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Para padres: el cuidado de la diabetes (de 6 a 11 años)

El cuidado de la diabetes en niños no siempre es una tarea fácil. Quizás le parezca que hay tantas cosas que recordar. Pero recuerde que no tiene por qué hacerlo todo usted solo. Colaborará con el proveedor de atención médica de su hijo, su enfermero, un educador en cuestiones de diabetes, un nutricionista y otros profesionales para desarrollar un plan para el control de la diabetes. Siga los consejos incluidos aquí para adaptarse al control de la diabetes de su hijo. Es recomendable que tenga un plan de control de la diabetes que le dé instrucciones sobre el plan de tratamiento general de la diabetes de su hijo. El plan debe incluir lo siguiente:

  • Qué medicamentos toma su hijo, cómo tomarlos y cuándo usar cada uno

  • Cómo medir los niveles de azúcar en la sangre

  • Cuáles son los síntomas de los niveles bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia) y cómo tratarlos

  • Cuáles son los síntomas de los niveles altos de azúcar en la sangre (hiperglucemia) y cómo tratarlos

  • Cómo contar los carbohidratos en cada comida o refrigerio

  • Qué hacer con la actividad física y el deporte

  • Qué hacer si su hijo está enfermo con un resfriado o gripe, por ejemplo

  • Qué hacer en caso de emergencia

También asegúrese de hablar con el proveedor de atención médica de su hijo sobre cómo manejar la guardería y la escuela. 

Cómo medir el nivel de azúcar en la sangre de su hijo

Para medir el nivel de azúcar en la sangre de su hijo, use un dispositivo de punción en los lados de las puntas de los dedos. Al principio, puede temer a los pinchazos en los dedos para medir el nivel de azúcar en la sangre. Un dispositivo de punción regulado al mínimo puede reducir el dolor y el miedo relacionados con la medición del azúcar en la sangre. Puede ayudar a su hijo a sentirse más en control. Permítale elegir el dedo que usará para la medición. Si es necesario, ofrezca recompensas que no sean comida, como calcomanías o tiempo para jugar sus juegos favoritos. Esto puede ayudar a su hijo a sentirse mejor a la hora de medir el nivel de azúcar en la sangre. Con su ayuda, su hijo puede aprender a hacer sus propios controles de azúcar en la sangre (con supervisión). Muchos niños a esta edad pueden aprender a reconocer los signos de un nivel bajo de azúcar en la sangre. Pero igual deberá asegurarse de que el nivel de azúcar en la sangre de su hijo se controle con regularidad. Controle los niveles de azúcar en la sangre de su hijo tantas veces como lo indique el proveedor. También debe hacerlo cuando sospeche de una hiperglucemia o una hipoglucemia.

El análisis de cetonas

A veces, deberá revisar si hay cetonas en la orina. Las cetonas son unas sustancias químicas que se producen cuando, en vez de glucosa, el cuerpo quema grasas para obtener energía (esto se llama cetosis). Siga las instrucciones que vienen con las tiras y las que le dé el proveedor de atención médica de su hijo, enfermero o educador en cuestiones de diabetes. Si hay cetonas, siempre llame de inmediato al proveedor de atención médica de su hijo. Algunas personas también usan medidores de glucosa y cetonas para revisar si hay cetosis en la sangre. Pida más información al proveedor de atención médica de su hijo, su enfermero o un educador en cuestiones de diabetes.

Cómo manejar un nivel bajo de azúcar en la sangre

Es muy importante que el nivel de azúcar en la sangre de su hijo no baje demasiado. Los niveles muy bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia) pueden afectar el desarrollo del cerebro de un niño. Por esto, trate de controlar el nivel de azúcar en la sangre de su hijo hasta donde le sea posible, sin dejar que baje demasiado. Los niños no siempre le pueden avisar que tienen un bajo nivel de azúcar en la sangre. Con el tiempo, aprenderá lo que es normal para su hijo. Esto lo ayudará a reconocer los síntomas de un nivel bajo de azúcar en la sangre. Preste mucha atención al comportamiento de su hijo. Puede sospechar que el niño tiene un nivel bajo de azúcar en la sangre si nota a su hijo de las siguientes maneras:

  • Demasiado hambriento

  • Pálido

  • Gruñón o irritable

  • Sudoroso

  • Somnoliento o amodorrado (letárgico)

  • Mirando al vacío o tiene los ojos vidriosos

  • Temblores

  • Confusión o problemas para concentrarse 

  • Quejas por problemas de la vista, dolores de cabeza o pesadillas 

  • Descoordinación

  • Mareos

Si sospecha que su hijo tiene un bajo nivel de azúcar en la sangre, hágale el examen de inmediato. Si obtiene un resultado menor de 70 mg/dL, u otro número que le haya indicado su proveedor de atención médica, actúe sin demora. Dele a su hijo inmediatamente un azúcar de acción rápida tal como se lo indicó el proveedor de atención médica. Vuelva a controlar el nivel de azúcar en la sangre de su hijo en 15 minutos para asegurarse de que ya no esté bajo. Si todavía está bajo, dele a su hijo más azúcar de acción rápida. Si su hijo está confundido, no responde, pierde el conocimiento o tiene convulsiones (ataques), puede tener un nivel de azúcar en la sangre demasiado bajo. Dele a su hijo glucagón inyectable de inmediato. Es una sustancia que eleva el nivel de azúcar en la sangre de su hijo muy rápidamente. Lleve siempre consigo un kit de emergencia que contenga una inyección de glucagón. El proveedor de atención médica de su hijo le enseñará cómo aplicar una inyección de glucagón. Consulte con el proveedor de su hijo sobre el glucagón nasal. Está aprobado para niños mayores de 4 años.

Nivel bajo de azúcar en la sangre: cuándo llamar al proveedor de atención médica

Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato, llame al 911o vaya al departamento de emergencias del hospital si su hijo tiene alguno de los siguientes síntomas. Su hijo:

  • Es difícil despertarlo o no responde

  • Se desmaya

  • El nivel de azúcar en la sangre está por debajo del "valor peligroso" que le haya dado el proveedor de atención médica

  • Necesita glucagón

  • Tiene convulsiones

El manejo de las inyecciones

La cantidad de insulina que su hijo requiere y la frecuencia con que debe recibirla pueden variar. Esto incluye tanto la insulina de acción lenta como la de acción rápida. La insulina basal o de base se necesita siempre, independientemente de que su hijo coma o no. La insulina que depende de la comida deberá usarse según la cantidad que su hijo coma. Hay algunas cosas que puede hacer para que su hijo aprenda sobre la aplicación de las inyecciones. Su hijo puede hacer lo siguiente:

  • Elegir el lugar de la inyección. A esta edad, los mejores lugares para las inyecciones de insulina son las partes grasas de las siguientes partes del cuerpo:

    • La parte trasera y superior de los brazos

    • Los lados de los muslos 

    • El abdomen (no inyecte a menos de 5 cm [2 pulgadas] del ombligo)

    • Los glúteos

  • Presionar el émbolo de la jeringa dentro del frasco de insulina.

  • Extraer la insulina en la jeringa.

  • Inyectar la insulina. Fomentar la cooperación y el interés en el cuidado de la diabetes.

Pídale al proveedor de atención médica de su hijo que le enseñe cómo rotar correctamente el lugar de la inyección y cómo mantenerse alejado de las áreas de lipohipertrofia. Esto es un bulto debajo de la piel causado por la inyección de insulina en el mismo lugar varias veces. También pregunte sobre la técnica correcta de inyección de insulina y cómo prevenir la inyección de insulina en el músculo. La inyección accidental en el músculo o en una zona de lipohipertrofia puede afectar cómo se absorbe la insulina.

Para afrontar las inyecciones

No es raro que los niños lloren y estén molestos cuando reciben inyecciones. Sin embargo, la mayoría de los niños se adaptan muy rápido a los cuidados de la diabetes y, al final, se interesan en inyectarse solos. No obligue a su hijo a inyectarse si no está listo. En la actualidad, las plumas de insulina son precisas, fáciles de usar y prácticamente indoloras, incluso para los niños con diabetes. El niño no debe sentir nunca que los controles del nivel de azúcar en la sangre y las inyecciones de insulina son un castigo.

Al principio, es posible que usted sienta algunas inquietudes con la idea de tener que poner inyecciones. Si está nervioso, quizás le convenga practicar primero en usted mismo. Consulte con el proveedor de atención médica de su hijo sobre la posibilidad de aplicarse una inyección de solución salina estéril a sí mismo, para saber lo que se siente. Si le tiene miedo a las agujas, quizás pueda calmar sus temores usando un aparato de inyección. La rapidez con que su hijo se ajuste podría depender de su propio nivel de comodidad al administrarle las inyecciones. Trate las inyecciones como parte de la rutina normal. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) aprobó las bombas de insulina para niños a partir de los 2 años. Una bomba puede ser muy útil si es difícil controlar el nivel de azúcar en la sangre. Las bombas de insulina entregan insulina de manera continua. También proporcionan dosis en bolo a la hora de comer sin necesidad de una inyección cada vez.

A esta edad, su hijo podría disfrutar de ir a un "campamento de diabetes" de verano. Allí, puede estar con otros niños que tienen diabetes y aprender más sobre la diabetes en un entorno diferente.

La comida y su hijo

Ayude a su hijo a aprender sobre los alimentos que más afectan el nivel de azúcar en la sangre. Tenga en cuenta lo siguiente:

  • El proveedor de atención médica de su hijo, enfermero o educador en cuestiones de diabetes le enseñarán sobre los carbohidratos. Los carbohidratos son alimentos que le dan a su hijo la energía que necesita para crecer. El problema es que los carbohidratos elevan los niveles de azúcar en la sangre con mayor rapidez y a valores más altos que otros tipos de alimentos. Pero no todos los carbohidratos son iguales. Los carbohidratos complejos, como los de las verduras y los cereales integrales, no elevan tanto el nivel de azúcar en la sangre como los procesados o simples, como los de los dulces, pasteles y jugos. Aprenderá sobre el "conteo de carbohidratos". Esta es una técnica que le ayudará a calcular la cantidad de carbohidratos que el niño come diariamente. El conteo de carbohidratos lo ayuda a decidir cuánta insulina necesita su hijo.

  • Cuando su hijo vaya a la escuela, escriba la cantidad de carbohidratos de cada alimento en una hoja de papel. Luego, coloque el papel en la lonchera de su hijo. Esto ayuda a su hijo y a los maestros a saber cuántos carbohidratos se consumen. También ayudará a su hijo a aprender a relacionar los carbohidratos con la dosis de insulina.

  • El proveedor de atención médica, el enfermero o el educador en cuestiones de diabetes de su hijo también le enseñarán qué son las grasas y las proteínas. Las comidas con más grasas y proteínas pueden hacer que el azúcar en la sangre baje demasiado pronto después de comer o que tarde más de lo habitual en subir. Aprenderá a ajustar la dosis de insulina de su hijo para ayudarlo a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre según el aporte de las comidas.

  • ¡Recuerde que los niños son niños! Aunque a veces sea necesario limitar la ingesta para controlar los niveles de glucosa, ningún alimento debe estar "prohibido". Los niños roban golosinas, en especial, aquellas que les encantan. Así que incluya los alimentos que a su hijo le gusta comer en su plan de comidas. Ajuste las dosis de insulina según sea necesario. Aprenderá a ajustar la insulina de su hijo según lo que come.

La actividad física y su hijo

Al igual que los alimentos y la insulina, la actividad física desempeña un papel muy importante en el control del azúcar en la sangre de su hijo. Estar activo ayuda a reducir la cantidad de glucosa presente en la sangre del niño. Sin embargo, el exceso de ejercicio puede bajarle demasiado los niveles de azúcar en la sangre. Por esto, es importante que mida con frecuencia el nivel de azúcar en la sangre de su hijo cuando está activo. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo para aprender a balancear la actividad física que hace, los alimentos que come y la insulina que recibe.

La escuela y su hijo

Su hijo debe recibir el cuidado y el apoyo adecuados para la diabetes en la escuela:

  • Para asegurarse de que las necesidades de su hijo estén satisfechas, escriba el plan de atención de la diabetes. Esto a veces se llama un "plan 504". Al comienzo del año escolar, reúnase con los maestros y el personal de la escuela de su hijo. Explique el plan de tratamiento de su hijo.

  • Hable con el personal sobre la necesidad de su hijo de controlar el nivel de azúcar en la sangre y de comer o beber según sea necesario.

  • Su hijo debe tener la libertad de comer o beber en clase si el nivel de azúcar en la sangre es bajo.

  • Alguien en la escuela deberá realizar o supervisar las inyecciones de insulina de su hijo. Puede ser el personal de enfermería de la escuela, de haberlo.  

  • Su hijo deberá llevar consigo un kit de suministros para la diabetes. Incluye suministros para pruebas, medicamentos y azúcar de acción rápida para emergencias.

  • Informe a la escuela que su hijo puede realizar actividad física y participar en todas las actividades escolares.

  • El proveedor de atención médica de su hijo puede enseñarle al niño a hablar sobre la diabetes con sus compañeros de clase.

  • Haga que su hijo lleve una identificación médica que indique que tiene diabetes y con quién hay que comunicarse en caso de emergencia.

    Niña que se mide el nivel de azúcar en la sangre en la escuela.
    Su hijo debería llevar un kit con suministros para diabetes cuando vaya a la escuela y medir su nivel de azúcar en la sangre a lo largo del día.

La diabetes afecta a toda la familia

El cuidado de un niño pequeño con diabetes es un trabajo a tiempo completo. En ocasiones podría dejarlo agotado o abrumado. A la larga, estos sentimientos pueden llevar al agotamiento. Sentirse agotado significa que puede tener dificultades para controlar el nivel de azúcar en la sangre de su hijo. Estas cosas pueden ayudarlo:

  • Todos los adultos de la familia deberían estar involucrados en el control de la diabetes. Cualquier otra persona que cuida a su hijo, como por ejemplo una niñera, también debe estar preparada para controlar la diabetes del niño. Una clase sobre diabetes puede ayudar. Puede unirse a un grupo de apoyo para la diabetes, o bien conversar con un trabajador social.

  • Su familia puede tardar en adaptarse al cuidado de la diabetes. Al principio, quizás dé la impresión de que su hijo con diabetes necesita más atención que sus demás hermanos, que no tienen esta enfermedad. Trate de dar el mismo nivel de atención a los hermanos. Sus otros hijos también se beneficiarán de la dieta saludable y las actividades que siga su hijo con diabetes.

Cómo hacer ajustes

A pesar de que usted haga su máximo esfuerzo, a veces los valores de azúcar en la sangre de su hijo subirán o bajarán demasiado. Pero recuerde que los resultados son herramientas que lo ayudan a tomar decisiones sobre el plan de tratamiento de su hijo. A medida que su hijo crece, su cuerpo cambia de forma rápida. Esto significa que tener un control perfecto del nivel de azúcar en la sangre es imposible. Los ajustes al plan de tratamiento de su hijo no son una señal de fracaso. Es una parte normal de los cuidados y del manejo de la diabetes de un niño en crecimiento. Aun así, dentro de estos límites, la mayoría de las familias pueden tener un muy buen control del nivel de azúcar en la sangre.

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